Carlos, te paso los puntos por donde anduvimos y armame el relato :clap: :clap:
Buenísimas las fotos y esperamos la continuación del paseo.
Un abrazo. :p
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
Tercer día:
Al amanecer en la alta montaña se lo ve distinto. Las primeras luces se insinúan detrás de las elevaciones por el Este pero la tierra sigue oscura. Largo rato luego del alba el Sol aparece entre las montañas y la ilumina.
Nos levantamos temprano, mucho frío y viento del Este. Al tocar el tema con los gendarmes nos ensañaron de debido a las corrientes térmicas, por la mañana los vientos son ascendentes (de Este a Oeste) a mediodía el aire está quieto y a la tarde invierten el sentido de marcha.
Desayunamos rápidamente y fuimos a pasear por “nuestras posesiones”, la playa de piedra, la orilla de la laguna y caminando llegamos hasta el extremo de la misma donde nace el río Diamante, que baja hacia San Rafael por la Quebrada del Toro y el que también posee el mismo color azul de la laguna.
Hacia mediodía decidimos levantar el campamento y bajar hacia El Sosneado y Malargüe.
El descenso, lo hicimos lentamente, todo el recorrido en baja ya que no tenía segunda, nos despedimos del Guardaparque al que le dimos la basura generada en el campamento y nos dejamos deslizar hacia la llanura. Al llegar a la encrucijada con la Ruta 101 dudamos si tomarla directamente hasta El Sosneado o seguir por la R98 hasta la R40 y por esta hacia el sur hasta la R144, asfaltada. Como sabíamos que la R40 estaba relativamente buena por el recorrido del día anterior, seguimos por la R98 hasta la R40, luego por esta hasta la R144.
Volver a pasar el terrible serrucho de la R98 nos hizo pensar que bien podría Favio poner allí una sucursal del consultorio que seguramente se llena de plata: Con ese serrucho hasta los dientes se te caen !!!
Efectivamente, la R40 está aceptablemente buena. Luego del cruce con la R150, que viene de San Rafael, nos encontramos con la represa de Agua del Toro, al pie del Cerro El Diamante, solitario en medio del llano.
Con viento a favor continuamos hacia el Sosneado. Al llegar al asfalto sentimos el alivio con el andar silencioso y ya sin vibraciones de la chata.
En el parador de El Sosneado nos entramos que no hay albergue alguno en el pueblo, que las termas están abandonadas y que el camping más cercano es a unos 18 ó 20 Km.
Esto más el cansancio acumulado nos empujó a seguir hasta Malargüe donde luego de averiguar el la Dirección de Turismo, conseguimos una cabaña para alojarnos.
Rápidas compras de elementos para colocar por encima y por debajo de la parrilla, algo para tomar y descanso, baño incluido para completar la jornada. Mientras cocinábamos los manjares para la cena tuve un par de comunicaciones con Pablo D y con Flacucho (gracias Foro por existir) con referencia al problema de la caja sin lograr una solución para el mismo. Limpios, llenos y reconfortados nos fuimos a dormir…
Cuarto día:
A la mañana ya repuestos y mientras desayunábamos tomamos la decisión de hacer ese día base en Malargüe dedicando el mismo a visitar la Laguna de Llancanelo y alrededores y recién al siguiente proseguir viaje rumbo a La Payunia, completando así nuestro paseo por Mendoza y avanzar sobre el norte de Neuquén.
Luego de reponer gasoil y preguntar infructuosamente por algún mecánico que entendiera de cajas automáticas pusimos rumbo al Sur por la R40 hasta su intersección con la R186, la que tomamos para internarnos con dirección Este en un territorio sumamente agreste, con vegetación achaparrada y caminos en mal estado. Luego de un par de horas de lenta marcha, cuidando mucho los bajos, llegamos hasta la Oficina del Guardaparque que nos informó, mapas mediante, de las dos excursiones que pueden hacerse en la zona: la vista de la Laguna de Llancanelo y el ascenso al volcán Trapal.
Como era la hora de mayor calor, nos refugiamos a la sombra de unos árboles de un puesto cercano y organizamos un almuerzo rápido y frugal.
Una vez que aflojó el calor nos fuimos para la laguna con la vana pretensión de ver a los flamencos rosados. Vana dije porque los señores flamencos estaban en sus nidos muy al norte de la laguna en una zona vedada para las visitas, así que nos tuvimos que conformar con verlos con los largavistas y algunas fotos con el teleobjetivo que como no es muy potente, casi no se ven.
El ascenso al Trapal lo hicimos un poquito en chata y otro poquitito a pie hasta llegar a la cumbre y recorrer el cráter (está apagado hace muuuuchos años).
La vuelta a Malargüe la emprendimos cuando bajaba el sol y llegamos a la cabaña casi de noche.
Mañana sigo
Al amanecer en la alta montaña se lo ve distinto. Las primeras luces se insinúan detrás de las elevaciones por el Este pero la tierra sigue oscura. Largo rato luego del alba el Sol aparece entre las montañas y la ilumina.
Nos levantamos temprano, mucho frío y viento del Este. Al tocar el tema con los gendarmes nos ensañaron de debido a las corrientes térmicas, por la mañana los vientos son ascendentes (de Este a Oeste) a mediodía el aire está quieto y a la tarde invierten el sentido de marcha.
Desayunamos rápidamente y fuimos a pasear por “nuestras posesiones”, la playa de piedra, la orilla de la laguna y caminando llegamos hasta el extremo de la misma donde nace el río Diamante, que baja hacia San Rafael por la Quebrada del Toro y el que también posee el mismo color azul de la laguna.
Hacia mediodía decidimos levantar el campamento y bajar hacia El Sosneado y Malargüe.
El descenso, lo hicimos lentamente, todo el recorrido en baja ya que no tenía segunda, nos despedimos del Guardaparque al que le dimos la basura generada en el campamento y nos dejamos deslizar hacia la llanura. Al llegar a la encrucijada con la Ruta 101 dudamos si tomarla directamente hasta El Sosneado o seguir por la R98 hasta la R40 y por esta hacia el sur hasta la R144, asfaltada. Como sabíamos que la R40 estaba relativamente buena por el recorrido del día anterior, seguimos por la R98 hasta la R40, luego por esta hasta la R144.
Volver a pasar el terrible serrucho de la R98 nos hizo pensar que bien podría Favio poner allí una sucursal del consultorio que seguramente se llena de plata: Con ese serrucho hasta los dientes se te caen !!!
Efectivamente, la R40 está aceptablemente buena. Luego del cruce con la R150, que viene de San Rafael, nos encontramos con la represa de Agua del Toro, al pie del Cerro El Diamante, solitario en medio del llano.
Con viento a favor continuamos hacia el Sosneado. Al llegar al asfalto sentimos el alivio con el andar silencioso y ya sin vibraciones de la chata.
En el parador de El Sosneado nos entramos que no hay albergue alguno en el pueblo, que las termas están abandonadas y que el camping más cercano es a unos 18 ó 20 Km.
Esto más el cansancio acumulado nos empujó a seguir hasta Malargüe donde luego de averiguar el la Dirección de Turismo, conseguimos una cabaña para alojarnos.
Rápidas compras de elementos para colocar por encima y por debajo de la parrilla, algo para tomar y descanso, baño incluido para completar la jornada. Mientras cocinábamos los manjares para la cena tuve un par de comunicaciones con Pablo D y con Flacucho (gracias Foro por existir) con referencia al problema de la caja sin lograr una solución para el mismo. Limpios, llenos y reconfortados nos fuimos a dormir…
Cuarto día:
A la mañana ya repuestos y mientras desayunábamos tomamos la decisión de hacer ese día base en Malargüe dedicando el mismo a visitar la Laguna de Llancanelo y alrededores y recién al siguiente proseguir viaje rumbo a La Payunia, completando así nuestro paseo por Mendoza y avanzar sobre el norte de Neuquén.
Luego de reponer gasoil y preguntar infructuosamente por algún mecánico que entendiera de cajas automáticas pusimos rumbo al Sur por la R40 hasta su intersección con la R186, la que tomamos para internarnos con dirección Este en un territorio sumamente agreste, con vegetación achaparrada y caminos en mal estado. Luego de un par de horas de lenta marcha, cuidando mucho los bajos, llegamos hasta la Oficina del Guardaparque que nos informó, mapas mediante, de las dos excursiones que pueden hacerse en la zona: la vista de la Laguna de Llancanelo y el ascenso al volcán Trapal.
Como era la hora de mayor calor, nos refugiamos a la sombra de unos árboles de un puesto cercano y organizamos un almuerzo rápido y frugal.
Una vez que aflojó el calor nos fuimos para la laguna con la vana pretensión de ver a los flamencos rosados. Vana dije porque los señores flamencos estaban en sus nidos muy al norte de la laguna en una zona vedada para las visitas, así que nos tuvimos que conformar con verlos con los largavistas y algunas fotos con el teleobjetivo que como no es muy potente, casi no se ven.
El ascenso al Trapal lo hicimos un poquito en chata y otro poquitito a pie hasta llegar a la cumbre y recorrer el cráter (está apagado hace muuuuchos años).
La vuelta a Malargüe la emprendimos cuando bajaba el sol y llegamos a la cabaña casi de noche.
Mañana sigo
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
siga , siga no mas ingeniero,q para muchos es como unas vacaciones virtuales las que no ha hecho vivir con los relatos y fotos..
Zarpado en kilometros.. el viaje!! Una barbaridad.. con una sana envidia, vaya mis felicitaciones a los dichosos veraneantes (Musso incluida)
Saludos..
Zarpado en kilometros.. el viaje!! Una barbaridad.. con una sana envidia, vaya mis felicitaciones a los dichosos veraneantes (Musso incluida)
Saludos..
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
INCREIBLE CARLOS :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap:
MAS FOTOS, :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :p
MAS FOTOS, :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :clap: :p
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
Carlos si te hubiese conocido Migre seguro que no eras Ingeniero Jajajaja,,seguimos cada dia uno de esos interesantes relatos y espero que el viaje haya durado muchos dias,porque cuando se terminen seguramente los vamos a extrañar.Un Abrazo
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
TE FELICITO CARLOXXXX, SOY BREVE XQ ESTAN X CERRAR EL CYBER Y ME TENGO Q IR
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
Felicitaciones Ingetex con las fotos y tu relato me dejaste boquiabierto :eek: :p
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
Quinto día:
Este fue uno de los más impactantes que vivimos en la zona.
Por la mañana fue desayunar, cargar la chata, gasoil y partir nuevamente con rumbo R40 sur.
A poco de recorrer 130 Km llegamos al puente donde el Río Grande cruza la ruta en un escenario por demás imponente. Este río que nace en Valle Hermoso, al Oeste de Las Leñas y que luego de confluir más al Sur con el Barrancas formará al Colorado, discurre en medio de dos ríos de lava negra, es decir que está encajonado entre dos paredes de 30 ó 40 mts de altura de piedra basáltica a gran velocidad por la estrechez de su cauce y con espumas de color verde claro o celeste debido a la presencia de minerales de cobre.
Caminamos hacia arriba y hacia debajo de su cauce durante un rato pero no pudimos bajar hasta la superficie ya que los bordes son sumamente escabrosos.
Continuamos hasta La Pasarela donde abandonamos la R40 y hacia el Este comenzamos a internarnos en La Payunia. Esta es una zona volcánica que solamente está habitada por algunos puesteros y en la que se desarrolla una importante actividad petrolera.
Con suma frecuencia pudimos observar los pozos de bombeo, los tanques de almacenamiento y los ramales de los oleoductos que transportan al petróleo hacia la destilería de Luján de Cuyo. El terreno se presentó como los conocidos de antemano, sumamente agreste, con vegetación de escasa altura, muy pocos animales y viento constante y bastante caluroso. Luego de recorrer unos 50 Km llegamos al puesto de los Vazquez, familia que ya tiene cuatro generaciones viviendo en el lugar. Subsisten de la crianza de chivos y aves de corral, los primeros para la venta y los segundos para consumo propio. El matrimonio nos contó que en ese momento su hijo de 36 años se encontraba en la altura haciendo la “veraneada” con los chivos. Consiste en llevar a los animales a pastar a más de 2.000 mts de altura durante el verano pues allí se consiguen pastos de mejor calidad. Ellos mismos hacía más de un año que no salían del puesto para ir a alguna ciudad.
Los consultamos acerca de la zona y nos aconsejaron internarnos unos 50 ó 100 Km más pero salir antes de la caída del sol. La zona está cruzada por una gran cantidad de sendas y picadas siendo muy fácil perderse pues no hay mapas, salvo los de las petroleras. Nosotros contábamos con algunas referencias más o menos ciertas y de los mapas electrónicos en el GPS, así que decidimos avanzar hacia el desierto.
Luego de un par de horas de marcha llegamos hasta la Pampa Negra que se caracteriza por ser totalmente de ese color no habiendo más que algunas matas amarillas como contraste.
Recorrimos la zona de los volcanes apagados y al bajar el sol comenzamos a salir rápidamente del lugar. Cerca de donde viven los Vazquez pasamos por otro puesto, Mansilla, donde también fuimos muy bien atendidos y hasta nos ofrecieron pasar la noche allí pero decidimos seguir viaje y llegamos a La Pasarela con los últimos rayos de sol.
Al volver a pisar la R40 nos tomamos un respiro. Como la noche caía rápidamente y teníamos que seguir hacia el sur unos 90 Km hasta Barrancas, en el límite con Neuquén, de los cuales los primeros 60 son de un ripio infernal y luego el asfalto nuevo que están haciendo. Con algo de agua lavamos el parabrisas y los faros, tomamos un trago y nos largamos por el ripio ya con noche cerrada. El camino es de cornisa, 5 ó 6 mts de ancho y con serrucho muy grueso. Cruzábamos un auto o camioneta cada 15 ó 20minutos. En este tramo del viaje fue cuando más agradecí a Ale por el GPS. No se pueden imaginar lo importante que es en esas circunstancias tener los próximos 200 ó 500 mts en la pantalla y poder anticipar cada curva en un camino sin señalización alguna, con puentes sin barandas y grandes piedras en medio del camino.
Habiendo salido de La Payunia a eso de las ocho y media llegamos a Barrancas a media noche. En la entrada del pueblo, por ser el primero de la provincia, por única vez en todo el viaje nos paró la policía, pidió documentos y “controlaron” que no lleváramos alimentos frescos. Por indicación de ellos mismos nos alojamos en el importante hotel “El Domuyo” que de estrellas solo tiene una puntita. Pero pudimos cenar en un jardín mirando por primera vez el cielo del Neuquén, bañarnos y dejar reposar los cansados huesos en una cama….
Sexto día:
Nos levantamos no muy temprano, compré pan fresco y medialunas mientras Teresa preparaba el desayuno, cargamos la chata y luego de charlar un rato con algunos pobladores comenzamos, siempre en dirección al Sur a recorrer los 120 Km de la Cordillera del Viento hasta Chos Malal. El camino es totalmente asfaltado, con fuertes pendientes y curvas cerradas, pero con un espectacular paisaje.
A llegar a Chos Malal, fuimos a llenar el tanque y buscamos un camping para acampar.
Procedimos a armar la carpa, colchonetas y bolsas y vaciamos la camioneta para limpiarla y reordenar el equipaje. Como podrán imaginar, a esta altura del viaje el polvo se había metido en todos los rincones y nos llevó un buen rato el trabajo.
Para la noche, parrilla, chivo, pollo, asado y vino tinto fueron los infaltables mientras nos encontrábamos con rodanteros de medio país, de Córdoba a Madryn y de Necochea a Neuquen.
Con fuerte viento del Oeste y frio nos fuimos a dormir….
Mañana sigo
Este fue uno de los más impactantes que vivimos en la zona.
Por la mañana fue desayunar, cargar la chata, gasoil y partir nuevamente con rumbo R40 sur.
A poco de recorrer 130 Km llegamos al puente donde el Río Grande cruza la ruta en un escenario por demás imponente. Este río que nace en Valle Hermoso, al Oeste de Las Leñas y que luego de confluir más al Sur con el Barrancas formará al Colorado, discurre en medio de dos ríos de lava negra, es decir que está encajonado entre dos paredes de 30 ó 40 mts de altura de piedra basáltica a gran velocidad por la estrechez de su cauce y con espumas de color verde claro o celeste debido a la presencia de minerales de cobre.
Caminamos hacia arriba y hacia debajo de su cauce durante un rato pero no pudimos bajar hasta la superficie ya que los bordes son sumamente escabrosos.
Continuamos hasta La Pasarela donde abandonamos la R40 y hacia el Este comenzamos a internarnos en La Payunia. Esta es una zona volcánica que solamente está habitada por algunos puesteros y en la que se desarrolla una importante actividad petrolera.
Con suma frecuencia pudimos observar los pozos de bombeo, los tanques de almacenamiento y los ramales de los oleoductos que transportan al petróleo hacia la destilería de Luján de Cuyo. El terreno se presentó como los conocidos de antemano, sumamente agreste, con vegetación de escasa altura, muy pocos animales y viento constante y bastante caluroso. Luego de recorrer unos 50 Km llegamos al puesto de los Vazquez, familia que ya tiene cuatro generaciones viviendo en el lugar. Subsisten de la crianza de chivos y aves de corral, los primeros para la venta y los segundos para consumo propio. El matrimonio nos contó que en ese momento su hijo de 36 años se encontraba en la altura haciendo la “veraneada” con los chivos. Consiste en llevar a los animales a pastar a más de 2.000 mts de altura durante el verano pues allí se consiguen pastos de mejor calidad. Ellos mismos hacía más de un año que no salían del puesto para ir a alguna ciudad.
Los consultamos acerca de la zona y nos aconsejaron internarnos unos 50 ó 100 Km más pero salir antes de la caída del sol. La zona está cruzada por una gran cantidad de sendas y picadas siendo muy fácil perderse pues no hay mapas, salvo los de las petroleras. Nosotros contábamos con algunas referencias más o menos ciertas y de los mapas electrónicos en el GPS, así que decidimos avanzar hacia el desierto.
Luego de un par de horas de marcha llegamos hasta la Pampa Negra que se caracteriza por ser totalmente de ese color no habiendo más que algunas matas amarillas como contraste.
Recorrimos la zona de los volcanes apagados y al bajar el sol comenzamos a salir rápidamente del lugar. Cerca de donde viven los Vazquez pasamos por otro puesto, Mansilla, donde también fuimos muy bien atendidos y hasta nos ofrecieron pasar la noche allí pero decidimos seguir viaje y llegamos a La Pasarela con los últimos rayos de sol.
Al volver a pisar la R40 nos tomamos un respiro. Como la noche caía rápidamente y teníamos que seguir hacia el sur unos 90 Km hasta Barrancas, en el límite con Neuquén, de los cuales los primeros 60 son de un ripio infernal y luego el asfalto nuevo que están haciendo. Con algo de agua lavamos el parabrisas y los faros, tomamos un trago y nos largamos por el ripio ya con noche cerrada. El camino es de cornisa, 5 ó 6 mts de ancho y con serrucho muy grueso. Cruzábamos un auto o camioneta cada 15 ó 20minutos. En este tramo del viaje fue cuando más agradecí a Ale por el GPS. No se pueden imaginar lo importante que es en esas circunstancias tener los próximos 200 ó 500 mts en la pantalla y poder anticipar cada curva en un camino sin señalización alguna, con puentes sin barandas y grandes piedras en medio del camino.
Habiendo salido de La Payunia a eso de las ocho y media llegamos a Barrancas a media noche. En la entrada del pueblo, por ser el primero de la provincia, por única vez en todo el viaje nos paró la policía, pidió documentos y “controlaron” que no lleváramos alimentos frescos. Por indicación de ellos mismos nos alojamos en el importante hotel “El Domuyo” que de estrellas solo tiene una puntita. Pero pudimos cenar en un jardín mirando por primera vez el cielo del Neuquén, bañarnos y dejar reposar los cansados huesos en una cama….
Sexto día:
Nos levantamos no muy temprano, compré pan fresco y medialunas mientras Teresa preparaba el desayuno, cargamos la chata y luego de charlar un rato con algunos pobladores comenzamos, siempre en dirección al Sur a recorrer los 120 Km de la Cordillera del Viento hasta Chos Malal. El camino es totalmente asfaltado, con fuertes pendientes y curvas cerradas, pero con un espectacular paisaje.
A llegar a Chos Malal, fuimos a llenar el tanque y buscamos un camping para acampar.
Procedimos a armar la carpa, colchonetas y bolsas y vaciamos la camioneta para limpiarla y reordenar el equipaje. Como podrán imaginar, a esta altura del viaje el polvo se había metido en todos los rincones y nos llevó un buen rato el trabajo.
Para la noche, parrilla, chivo, pollo, asado y vino tinto fueron los infaltables mientras nos encontrábamos con rodanteros de medio país, de Córdoba a Madryn y de Necochea a Neuquen.
Con fuerte viento del Oeste y frio nos fuimos a dormir….
Mañana sigo
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
carlos te felicito las fotos increibles y el relato mortal un abrazo :razz:
Asunto: Re: Mendoza Y Neuquén
AMIGO, realmente me alegro por el gustaso que te pudiste dar, te felicito y espero que tengas todo debidamente documentado y agendado por que en cualquier momento te copio
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