Me gustaría dejar una reflexión sobre el comportamiento que debe tener el asistente a una travesía del club, cuando surge un inconveniente.
Está de más decir que la ventaja de salir con dos mecánicos como Daniel y Leo, que están dispuestos al instante a solucionar el problema de caulquier camioneta del grupo que se presente, no debe ser tomada como una obligación inherente a la salida.
Eso pasa porque son buenas personas y dispuestas, pero no hay contrato previo, y por supuesto que jamás aceptarían ningún tipo de pago, más allá de las bromas que se suelen hacer como pagate una gaseosa y algunas otras sugerencias...
lo mínimo que se espera del que está siendo asistido, es un sincero agradecimiento explísito.
He notado que más de una vez, los muchachos terminan de trabajar y no se ve el sincero abrazo o apretón de mano de agradecimiento, como si en algún punto fuera su obligación, y no lo es.
Tampoco los que estamos abocados al grupo de rescate esperamos nada a cambio, pero si es muy reconfortante un sincero agradecimiento luego de ser rescatado y no siempre se escucha ni el más sencillo "muchas gracias".
Pero lo que a partir de ahora me gustaría que fijara un antes y un después, es cuando algún amigo del grupo facilita un material para solucionar un problema y no solo no le dan las gracias, si no que tampoco se lo restituyen ni pagan.
En este caso si alguien provee una lámpara, o correa, o líquido refrigerante o aceite o "sellador de radiador", lo mínimo que se exigirá es que se lo repongan o paguen.
Y no al precio que podría valer en donde fuera utilizado
, con el precio de reposición en la ciudad alcanzará
Dicho esto..."Vermouth con papas fritas y GOOD SHOW"...