Este fin de semana pasado traté de quedarme en las piedras (arena y barro ya está), y no pude. Asi que aquí la recomendacion, despues de andar todos los caminos congelados y empiedrados: si van para allá, NO DEJEN de ir a la bodega Saldungaray (en ese pueblo). Parece mentira, estaba entre sierras, veo esa bodega, todo congelado y me creí que era Mendoza. Bueno, lo importante, el vino está muy bueno. Hay un restaurante, pero quien quiere comer? Me chupetié un espumante de la finca, marca Ventania, rosado extra brut, en baldecito con yelitos, mirando el paisaje. 48 mangos, como un Chandon en el Carrefour. Pagado con lo que me ahorro por meterle Ultradiesel en vez de Euro. Quedé regulando suaveciiiito.